14 de octubre de 2011

Chivas no levanta


El Guadalajara no pudo concretar oportunidades y se quedó con el empate en Toluca
Toluca, México

Fue ahí, en la compensación, cuando la resignación se materializó en las manos de Fernando Quirarte. Carlos Fierro prendió el balón de botepronto. El remate tuvo un desenlace fatal: pegó en el travesaño.
Cada, ademàn, cada aplauso, cada indicación y hasta rabieta sólo era el reflejo de la impotencia de ver a sus muchachos fallar de frente a la portería del Toluca..El cero a cero en el Nemesio Diez le desagradó al Sheriff en su presentación como técnico de las Chivas, por momentos molesto, siempre de pie.
En su etapa como comentarista le era muy fácil corregir los errores del Rebaño; como técnico de los rojiblancos le costará más trabajo reforzar el autoestima de sus atacantes para romper la racha que ya llegó a cinco partidos sin ganar.
Marco Fabián y Omar Arellano tuvieron el balón hasta en el área chica. Veían a Alfredo Talavera inerme, pero las dudas de los atacantes chivas hicieron que la amenaza se queda sin cumplir.
La promesa de gol siempre terminaba en una indecisión de los arietes ayer de azul y blanco. Siempre el esférico rosado terminó fuera de la cancha.
Dio la impresión de que la artillería pesada de los tapatíos ha perdido la confianza en algún momento de la mala racha por la que está el equipo.
La Pina incluso se atrevió a mandar el balón por un lado de la portería visitante, cuando estaba solo, solito para adelantar al chiverío al comienzo de la segunda mitad. De los vestidores, salió de malas.
Minutos màs tarde, el eterno Arellano de cristal se lesionó en un pique de rutina para que su mediodía terminara en el Infierno mexiquense. Entró en su lugar Carlos Fierro.El ingreso de Érick Cubo Torres sobre el final tampoco pudo cambiar la historia al final.
Quirarte, de caminar nervioso, de intensidad a cada paso, manoteaba en su área técnica en cada error de sus delanteros. Les aplaudía en señal de motivación hacia sus fallidos muchachos, pero también era un síntoma de la impotencia en el flamante estratega del Guadalajara.
El Sheriff gritaba hacia dónde tenían que mandar los pases sus muchachos. Indicaba a Jesús Sánchez mayor movilidad y a Fabián atención para volverse escurridizo ante la figura del Martín Romagnoli. Sólo atinaba a mirar al césped en cada jugada desperdiciada por los suyos.
Suspiros de alivio en el técnico tapatío al ver que los toluqueños tampoco era demasiado incisivos y cuando lo fueron se contagiaron de las pifias de sus rivales.
Chivas sigue sin ganar. Mostraron alma combativa, ansiedad por el triunfo, pero su revolucionado ataque jamás pudo vulnerar a Talavera. El equipo más popular sigue en descenso, no ha detenido por completo su caída libre.
Aún le quedan cinco partidos a El Sheriff para mantener al Rebaño en zona de Liguilla.
A los seis delanteros del Guadalajara le queda el mismo tiempo para demostrar que no le tienen miedo a la portería, que pueden hacer los goles para que la resignación no se quede para siempre en los manotazos rabiosos de Fernando Quirarte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario